Romanos 16. SIEMPRE ALERTAS

Devocionales Bíblicos Jesus Is Life

SIEMPRE ALERTAS
ROMANOS 16:17 Y ahora, mis amados hermanos, les pido algo más. Tengan cuidado con los que causan divisiones y trastornan la fe de los creyentes al enseñar cosas que van en contra de las que a ustedes se les enseñaron. Manténganse lejos de ellos. 18 Tales personas no sirven a Cristo nuestro Señor; sirven a sus propios intereses. Con palabras suaves y halagos, engañan a la gente inocente. NTV.
No todos los que asisten con regularidad a la iglesia, y sirven con sus dones y talentos en los diferentes ministerios, lo hacen de todo corazón y con profundo amor al Señor, sino que algunos lo hacen con otros propósitos ocultos. Comúnmente estos propósitos perversos son revelados después de un determinado tiempo. Estos hombres malvados disfrazados como siervos de Cristo, están al servicio de sus propios intereses y del maligno, y desde el interior del cuerpo de Cristo, buscan dividirla y destruirla por completo. El apóstol Pablo era consciente de la existencia de estos hombres malvados dentro de las congregaciones cristianas contemporáneas, por eso antes de que estos hombres malvados aparezcan y dividan la iglesia naciente de Roma, puso en sobreaviso a los líderes de la iglesia, para que siempre estén alertas y no sean sorprendidos con las artimañas de estos sirvientes del maligno.
La división o destrucción del cuerpo de Cristo, no siempre se genera desde el exterior, sino que en ocasiones se genera, desde el interior mismo de la iglesia. Porque no todos los que se congregan en la iglesia o participan activamente en los diferentes ministerios, son verdaderos hijos de Dios, sino que también existen personas infiltradas que solo buscan destruir el cuerpo de Cristo. Ante este peligro que asecha a la armónica y pacífica convivencia entre los hermanos de la fe, todos los que forman parte de este cuerpo deben estar siempre alertas, para actuar inmediatamente en contra de las personas que quieran causar disturbios en este cuerpo. Todos los creyentes que aman la sana doctrina, deben estar vigilantes a las enseñanzas de los maestros, pastores y todos los que compartan la palabra de Dios en el cuerpo de Cristo. Si algunas de las enseñanzas son contrarias a las enseñanzas dadas por los profetas del Antiguo Testamento, Jesucristo y los apóstoles, no deben permitirlos, ni aceptar ninguna de esas enseñanzas heréticas, en su lugar, deben exhortarlos para que abandonen inmediatamente sus enseñanzas contrarias a la sana doctrina, pero si persisten en enseñar doctrinas erróneas a la congregación, deben expulsarlos para que no causen confusiones, ni posibles divisiones dentro del cuerpo de Cristo.
La mayoría de los falsos maestros que tuercen las Sagradas Escrituras, no lo hacen porque se hayan confundido un poco en la interpretación de los textos Bíblicos, sino que lo hacen con pleno conocimiento de que sus enseñanzas son contrarias a la palabra de Dios. Estos hombres perversos enseñan doctrinas erróneas con el propósito de confundir a los demás miembros de la congregación y ocasionar un caos para que de esa manera la iglesia se divida, o se disuelva completamente. Por eso todo creyente tiene que estar alerta, para frenar inmediatamente todo intento de destruir el cuerpo de Cristo. El Apóstol Pablo es firme y tajante en su consejo al advertir a los verdaderos creyentes con respecto a estos falsos maestros, él no solo exhorta a los creyentes a que se mantengan en alerta, sino que también les pide que se aparten definitivamente de ellos, inclusive les alienta a no saludarles como comúnmente lo harían con sus hermanos de la fe.
Queridos hermanos. Los que causan división dentro del cuerpo de Cristo, no son personas con diferentes convicciones políticas ni con prácticas culturales distintas, sino personas religiosas que conocen perfectamente la palabra de Dios. Son personas religiosas que enseñan doctrinas falsas contrarias a los textos Bíblicos. Con estas enseñanzas heréticas, anhelan hacer tropezar a los cristianos inmaduros y causar divisiones dentro de la iglesia.